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MLR Forestal, una empresa que escucha a sus vecinos
La visión de la empresa es crear armonía con las comunidades, por lo que mantiene un canal abierto de comunicación mediante un delegado elegido por la comunidad
Para MLR Forestal es vital establecer relaciones con las comunidades y fincas que colindan con sus plantaciones, de hecho, en palabras de Mabel Lazo, responsable de gestión social de la empresa, la visión de la misma es “crear armonía” con ellas.
“MLR ha marcado una diferencia con muchas empresas privadas existentes en el municipio de Siuna y a través del área de gestión social, ha fortalecido las relaciones armónicas con las comunidades vecinas y se ha logrado firmar convenios de colaboración mutua con ellas”, expresa Lazo.
Este contacto empezó a través de un estudio de base social que MLR realizó en noviembre de 2019. Este estudio incluyó un censo poblacional en las comunidades vecinas: Unión La Bu, Bethel #2, San Miguel #1 y Empalme La Bu; también en fincas cercanas a las plantaciones, entre ellas Las Delicias, Mutiguás y Tadazna. Esto permitió fortalecer la relación con todas ellas, se les colabora con algunas donaciones, entre ellas útiles escolares, se coordinan reuniones, se les imparten capacitaciones y se atienden sus quejas y sugerencias.
Una empresa abierta a las quejas y sugerencias
Francisco Acuña Olivas es habitante del poblado de Bethel #2. Hace un año, en una asamblea comunal realizada en la escuela de su localidad fue elegido para desempeñar una tarea novedosa: ser el delegado comunitario en su zona, del buzón de quejas y sugerencias de MLR Forestal.
“Este procedimiento surge a partir del sistema de quejas que existe en la empresa para los colaboradores. A partir de nuestra presencia en comunidades vecinas se consideró muy importante tomar en cuenta las inconformidades de los vecinos y ahí empezó el proceso durante el cual se desarrollaron asambleas comunitarias donde los mismos pobladores eligieron a un delegado comunitario de quejas”, explica Mabel Lazo.
Después que la propia comunidad escoge a su delegado o delegada, MLR coloca un mural informativo y un buzón en el área externa de la casa del delegado para que los demás pobladores puedan acercarse a comunicar sus quejas o bien, a escribirlas e introducirlas en el buzón. Estas pueden ser firmadas o anónimas. En caso de que el delegado o delegada reciba una queja o sugerencia verbal, debe anotarla en un libro de actas entregado previamente por la empresa.
Lazo es también la fiscal de quejas, es decir, quien realiza las gestiones ante las áreas correspondientes. Ella explica que “para continuar el proceso y darle solución», el delegado la llama o le envía la queja; luego ella la manda al gerente de desarrollo sostenible y él se encarga, vía correo electrónico o dependiendo de la gravedad del asunto, de remitirla a las áreas correspondientes. Cuando ya se tiene una resolución se le comunica al delegado. Luego en casa del delegado se deja plasmado en el mural informativo cuáles fueron las acciones de resolución para las quejas.
Cuatro comunidades y cuatro canales de comunicación
Acuña trabaja en minería y es padre de cuatro niñas; cuenta que desde que se instaló el buzón “la gente viene y pregunta, solo hubo dos que metieron cartas, pero no ha habido quejas de ninguna clase, siempre que ellas (personal de MLR) abren está vacío, pero ha funcionado porque la gente pregunta para qué es y yo les explico que aquí pueden escribir lo que piensan, lo que sienten”.
La apertura de los buzones ubicados en las comunidades Bethel #2, Unión La Bu, Empalme La Bu y San Miguel #1, es una práctica cotidiana que se realiza cada quince días, haya o no haya quejas o sugerencias reportadas.
“La apertura se realiza con un acta, siempre debe estar el delegado o un comunitario designado por él, alguien más de la empresa y yo como fiscal de quejas, pero nunca lo vamos a abrir solos porque lo que buscamos es crear confianza en la gente”, detalla Lazo.
Este proceso es igual en las cuatro comunidades en las que prevaleció la igualdad de género, pues se eligieron dos delegados y dos delegadas. Que además se encargan de informarle a sus vecinos que hay otros canales mediante los cuales también pueden comunicarse con MLR, estos son mensajes por WhatsApp, llamadas telefónicas y correos electrónicos.
Divulgación permanente
La fiscal de quejas dice que se reciben pocos reclamos y cuando surgen algunos son sobre reparaciones de cercas. Estos se canalizan con el área forestal y además de repararlas se les ayuda con material como grapas, alambres y postes.
«A veces la gente nos pone agradecimientos y por eso la divulgación del proceso de quejas es algo permanente, igual que el seguimiento; porque hay personas que llegan donde el delegado y preguntan qué es, entonces a ellos los capacitamos en el procedimiento”, dice Lazo.
Respecto a esto, Acuña, que además es presidente del patronato escolar de la escuela de su localidad, dice sentirse agradecido pues aunque no ha trabajado en la empresa, le han dado capacitaciones «para conocerla mejor y explicar bien todo”.
Entrega de materiales escolares
La relación de MLR Forestal con las comunidades vecinas no se limita al buzón de quejas. Desde 2018 las escuelas de éstas comunidades reciben donación de material escolar tanto para los estudiantes de preescolar y primaria como para los profesores.
Con estas donaciones, en el inicio del año escolar 2021 se benefició a un total de 470 niños y niñas y 33 profesores de las escuelas San Francisco de Asís, de la comunidad vecina San Miguel #1, La Primavera de Bethel #1, Nueva Esperanza de Bethel #2, Flor de Pino de Empalme La Bu, Primero de junio de Unión La Bu y el centro educativo de Danlí Arriba que, a pesar de no estar ubicada dentro del área de intervención directa de MLR, fue beneficiada con la iniciativa en respuesta a una solicitud de la comunidad.
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