Óscar López Gómez, el hombre de las cien mil plantas de teca de MLR Forestal

Desde 2012, por las manos de Oscar López Gómez han pasado aproximadamente cien mil plantas de teca. Muchas de ellas él mismo se encargó de transportarlas al lugar en el que se desarrollarían, otras las sembró, las demás fueron supervisadas por él en el proceso de enraizarse en su pedazo de tierra permanente.

«Las plantaciones de teca de MLR Forestal iniciaron en 2010 y yo empecé en el 2012 a plantar en lo que hoy es Mutiwas y Aló. En Mutiwas hay árboles plantados en 2012, 2013 y 2014, o sea que los conozco desde que están pequeños», rememora López.

Actualmente López, de 39 años de edad, está a cargo de las fincas Waylawas y Buenos Aires. Pero cuando al inicio de su historia con MLR Forestal no fue fácil.

Ya las plantaciones de teca de la empresa tienen más de 480 mil árboles que se distribuyen entre las más de tres mil hectáreas de la empresa; el trabajo es constante porque se debe mantener un número de árboles por hectárea que permita el mayor crecimiento posible de los mismos.

Un árbol de teca alcanza su maduración entre 16 años y 20 años, pero en ese período se realizan varios «raleos».

«Todo comienzo es duro»

Cuando López llegó a laborar en MLR Forestal, ni siquiera había caminos para trasladar a colaboradores y plantas a las áreas escogidas para trabajar.

«Todo comienzo es duro. Al inicio nos movíamos en bestia, pero cuando inicié también me asignaron un cuadraciclo porque no había trocha y así trasladaba las plantas, pero como la zona en ocasiones estaba bien lodosa, costaba avanzar. Una vez me agarró la tarde y me quedé pegado con el cuadraciclo», cuenta López.

No obstante, este ingeniero forestal risueño y tímido, sabe hacer autocrítica y recordar que al inicio «andaba detrás de la gente, eso me estresaba, pero con el tiempo he ido agarrando experiencia y organizando mejor las tareas que se le deben dar a las personas. Es más adecuado trabajar de esa manera», reflexiona.

Durante los huracanes, López oía tronar los árboles de teca

El cuerpo delgado y fibroso de López se debe a que, confiesa, siempre le ha gustado el boxeo, aunque no para pelear, sino solo para entrenar, algo que hace él solo.

Acerca de las situaciones más difíciles que ha vivido en MLR Forestal, menciona los recientes huracanes Eta y Iota del año 2020 que causaron grandes estragos en las plantaciones de la empresa. «Durante esos huracanes, desde el campamento de Mutiwas, oía tronar los árboles y al día siguiente me dio pesar verlos caídos». Cuando la lluvia y el viento cesaron, López supo que en esas tierras volverían a elevarse las tecas, tal como en efecto ya se está haciendo.