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MLR Forestal destina 1,715 hectáreas para protección de flora y fauna
Cuando la empresa MLR Forestal adquiere una finca, una de las primeras acciones que realiza es una preevaluación ambiental; con ella identifica los márgenes de las fuentes de agua; los bosques naturales primarios y secundarios bien conservados. Pero también localiza los terrenos que no son funcionales para establecer las plantaciones forestales; por ejemplo, las cumbres de los cerros o pendientes muy inclinadas. Los cinturones verdes que quedan alrededor de las plantaciones, luego se convierten en áreas de protección.
“Las áreas de protección son franjas de tierra que la empresa deja para conservación de la flora y la fauna silvestre y de las fuentes de agua. Tenemos alrededor de 1,715 hectáreas de bosque secundario remanente y otras áreas que están destinadas únicamente para protección”, explica Abiécer Soza, responsable de gestión de la biodiversidad de MLR Forestal.
Refugio seguro de 860 especies de plantas y animales
Estas áreas verdes son vitales porque los territorios aledaños a las plantaciones son agrícolas y ganaderos. Las áreas de conservación protegen las fuentes de agua de la erosión; estabilizan el ciclo hidrológico; regulan los microclimas; y permiten la conectividad biológica entre cada finca, las fincas vecinas y los pequeños remanentes de bosque, en este caso ubicados en la zona de amortiguamiento de la Reserva Biológica de Bosawas.
“Además estas áreas garantizan un refugio y un hábitat seguro para la biodiversidad y la fauna silvestre amenazada”, agrega Soza
En la actualidad la empresa lleva un registro de aproximadamente 860 especies entre plantas, mamíferos, reptiles, anfibios y aves. En el apartado de flora, en las áreas de protección se encuentra árboles de diversas especies de madera preciosa, entre ellas: caoba, cedro real, coyote y ñámbar que está en peligro de extinción. Y en fauna se han observado especies en peligro como la lora nuquiamarilla y el mono araña que, a nivel mundial han sido declarados en riesgo de extinción.
Para conservar las especies de flora en peligro de extinción, MLR está utilizando sus viveros para reproducirlas y poder reforestar las zonas degradadas; también para donar árboles de estas especies a comunidades vecinas para ser utilizados en la reforestación.
Catálogos, investigaciones, capacitaciones y cámaras con sensor de movimiento
Estas zonas protegidas, que son atravesadas por los ríos Prinzapolka, Ulí, Matis y el río Sucio, son el hogar de 72 especies de mariposas. El hallazgo de estas especies fue plasmado en el estudio: Mariposas de la Reserva Silvestre Privada MRL forestal, Siuna; realizado por el investigador Kevin Gauthier y el entomólogo Jean-Michel Maes.
Esta investigación se presentó en la Revista Nicaragüense de Entomología; publicación reconocida por la Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal (Red ALyC).
De igual manera, Abiécer Soza ha elaborado un catálogo con 250 especies de aves identificadas, fotografiadas y clasificadas. Próximamente se presentarán también directorios de reptiles, anfibios y mamíferos. Para realizar el seguimiento de los animales en su estado natural se han ubicado comederos en árboles; también dos cámaras con sensor de movimiento, impermeables e infrarrojo. Estos sirven para tomar fotos y videos en horas de la noche, madrugada y en momentos de poca visibilidad.
MLR Forestal además capacita a los trabajadores de campo para que ellos se vean a sí mismos como conservadores de flora y la fauda. En las fincas de MLR Forestal se prohíbe el maltrato animal, la cacería, la extracción, las quemas forestales y botar basura; pues el compromiso de la empresa con el medio ambiente es firme y decidido.
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