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Landesa presenta informe sobre proceso de transferencia de finca Miranda de MLR Forestal a comunidad indígena en Nicaragua

Proceso es calificado un éxito y marca un hito en la gestión responsable
y el respeto al consentimiento comunitario en el país.
Un proceso exitoso es como describe el Instituto de Desarrollo Rural (Landesa), organización internacional experta en el diseño e implementación de leyes, políticas y programas de tenencia de la tierra, la transferencia de la finca Miranda, propiedad de MLR Forestal, a las comunidades del territorio indígena Mayangna Sauni Arungka Matumbak en Bonanza, según su informe de resultados.
Para Landesa, con más de 40 años de experiencia en el desarrollo de estrategias para fortalecer los derechos a la tierra, el proceso plurianual de Consentimiento Libre, Previo e Informado (CLPI), desarrollado por MLR junto con el Territorio Indígena fue la clave del éxito en esta transición. Además, estableció un precedente para la gestión responsable de la tierra y el respeto a los derechos de las comunidades indígenas en Nicaragua y la región.
La finca Miranda se ubica en Bonanza y mide 113.85 hectáreas; de éstas, 51.62 ha. son plantaciones de cacao en asocio con teca, 37.59 ha. de teca pura y 24.65 ha destinadas a la regeneración natural. Los convenios de cooperación mutua y la armonía entre ambas partes producto de muchos años de relación, fueron elementos clave para el éxito de este proceso.
La firma de traspaso y entrega voluntaria de la finca Miranda y sus mejoras, se completó el 5 de mayo del 2023. El evento contó con la presencia de delegados de las nueve comunidades que integran el territorio, líderes indígenas, alcaldía de Bonanza y miembros de todas las comunidades del GTI Matumbak.
“Para las comunidades mayangnas del territorio Matumbak, la finca Miranda representa un gran activo y un beneficio sin precedentes, ya que no sólo de trata de la transferencia de una propiedad sino de la inversión que se tenía a la fecha, de las mejoras realizadas y del acompañamiento técnico para continuar su operación”, indicó Luis López, Gerente de Desarrollo Sostenible de MLR Forestal.




Prácticas que aseguraron éxito
Para Landesa, el enfoque plurianual del CPLI permitió a las comunidades mayangnas comprender a fondo la propuesta, deliberar y expresar su consentimiento de manera libre e informada. Este proceso se dio a lo largo de dos años y según el reporte, abarcó cuatro fases: preparación, creación de consenso, consentimiento formal y acompañamiento post-transferencia.
Landesa subraya varios factores clave que contribuyeron al éxito de este proceso pionero, como: la construcción de una relación sólida y de confianza a lo largo de varios años, lo cual fue fundamental para facilitar el diálogo y la colaboración; la organización y liderazgo comunitario para una participación efectiva en la toma de decisiones; la decisión de MLR y el compromiso de sus inversores, Finnfund y FMO con prácticas empresariales responsables.
A esto se suma, el apoyo técnico y la capacitación de MLR para asegurar que las comunidades Matumbak pudieran gestionar de manera sostenible la plantación agroforestal como una fuente de ingresos a largo plazo, así como la identificación de mecanismos de participación que se ajustaran a la estructura y las necesidades de las comunidades. Esto fue esencial para garantizar una inclusión amplia y efectiva.
Otro elemento crucial que se menciona en el reporte fue la participación inclusiva de mujeres y jóvenes en las consultas, el proceso de consentimiento y la planificación de la gestión de la tierra, lo que enriqueció el proceso y aseguró una perspectiva más amplia. Según el informe, la adopción del bioprotocolo de CLPI de Matumbak, validó también este instrumento de gobernanza territorial.
Para Landesa, si bien la fase de acompañamiento y los beneficios a largo plazo, seguirán siendo objeto de estudio, el informe destaca la importancia crítica de un proceso de consulta y consentimiento robusto para mitigar los riesgos asociados con la transferencia de tierras y garantizar resultados positivos tanto para las comunidades como para la empresa.
De esta manera, Landesa subraya que el caso de la transferencia de la finca Miranda, demuestra que, a través del respeto, la colaboración y un enfoque plurianual, es posible lograr acuerdos que empoderen a las comunidades indígenas y promuevan una gestión territorial justa y sostenible.
La demarcación y titulación de los territorios indígenas de la Costa Caribe de Nicaragua, inició en 2003 tras la aprobación de la Ley 445. Hasta el momento de la titulación del territorio Matumbak, en 2009, la finca Miranda no se encontraba dentro de los límites de este territorio y nunca había sido habitada por ninguna comunidad indígena. En 2017, el GTI-Matumbak otorgó a MLR el reconocimiento de sus derechos de propiedad sobre la finca y reafirmó su condición de tercero con derechos legítimos.
Si desea conocer más sobre este informe oficial, así como registros sobre la transferencia y la relación con las comunidades del GTI-Matumbak, visite la sección Información de interés en nuestra web.
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