22 especies de macrohongos han hecho su hogar en MLR Forestal

En las plantaciones y áreas de conservación de MLR Forestal hay vida desde lo alto de los árboles hasta debajo de las hojarascas. Arriba los monos congo y araña se balancean de rama en rama, entre otras especies y abajo, el reino fungi se desarrolla colorido y silencioso. Es ahí, en la humedad, protegida por las hojas de teca, los troncos e incluso el estiércol de los animales donde habitan 22 especies de macrohongos.

«Los macrohongos son organismos heterótrofos, o sea que necesitan del sustrato que les provee alimento pues, a diferencia de las plantas, no pueden transformar la energía en azúcares a través de la fotosíntesis», explica Enrique Castillo, responsable de Gestión de la Biodiversidad de MLR Forestal.

«Hay una red interna debajo de nosotros»

Castillo se detiene en un elemento importante: las micorrizas. «Mico se refiere a los hongos y rrizas es raíces. Esto está relacionado con la función de los hongos en los bosques. Los hongos crecen alrededor de las raíces subterráneas de los árboles y estas (las micorrizas) les pasan nutrientes como el fósforo, mientras que las plantas a ellos (los macrohongos) los suplen de carbono. Hay una red interna debajo de nosotros trabajando y toda una relación de intereses que el hongo le pasa al árbol para su crecimiento y el árbol le pasa al hongo para su supervivencia. Las micorrizas están alrededor de las raíces subterráneas de los árboles, son las pelusitas blancas que se ven alrededor de ellas», profundiza.

El reino fungi es tan vital que en Nicaragua uno de los primeros estudios que se conocen es el de Charles Wright en el año 1856. El biólogo Castillo detalla que «desde entonces han ido incrementando los registros de especies hasta sumar 184, según datos del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (MARENA), de los cuales en MLR tenemos 22. Hay otros estudios realizados en los últimos años, pero no se han unificado, ni se han actualizado los datos».

Las curiosidades del «velo de novia»

Dentro de las especies más llamativas que pueden observarse en MLR Forestal está la Dictyophora indusiata o comúnmente conocido como «velo de novia». «Él tiene un olor fuerte, a podrido. Es un hongo de la familia Phallaceae que está llena de aspectos muy inusuales. Por ejemplo, tienen forma cónica, redondeada y su olor es parte de su estrategia reproductiva porque atrae a las moscas que se acercan y ayudan a la dispersión de las esporas. Además, las esporas y el limo, que es una sustancia pegajosa que el propio hongo la produce, forman una tela o falda que va desde arriba hasta la base del hongo».