Matiz, primer aniversario de la Reserva Silvestre Privada de MLR Forestal

Luis López, gerente de Desarrollo Sostenible de MLR Forestal, llama a la Reserva Silvestre Privada Matiz «un hospedero importante de biodiversidad en la Costa Caribe Norte, un refugio de vida silvestre y un gran laboratorio verde para la academia, la comunidad, las universidades y las escuelas».

Y es que 67 de las 487 hectáreas de la finca Matiz propiedad de MLR Forestal, situada en las afueras del casco urbano de Siuna, han cumplido un año de haber sido reconocidas por el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (MARENA) como Reserva Silvestre Privada.

«En este año hemos restaurado áreas adyacentes a la reserva propiamente dicha. Hemos seleccionado 40 hectáreas de bosques ribereños para garantizar que haya una conectividad efectiva entre otros sitios y el núcleo principal de Bosawas. Matiz nos va a permitir alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible de MLR Forestal, pero también los objetivos del país en el marco del cumplimiento de la restauración de los sitios cercanos a la reserva de Bosawas en la zona de amortiguamiento específicamente», puntualizó López.

La reserva silvestre privada es refugio de especies

Norlan López, delegado territorial del MARENA en el Caribe Norte, calificó la reserva como un área «muy buena, a pesar de las afectaciones de los huracanes Eta y Iota en la región» y dijo estar seguro que «durante estos fenómenos ahí se albergaron cientos de animalitos». Es por esta razón que el objetivo de Matiz «es ir en busca de un corredor biológico que conecte con las áreas protegidas más cercanas que son la Reserva de Biósfera de Bosawas y el Parque Nacional Saslaya».

El delegado además manifestó que en la reserva silvestre privada «ya hemos liberado especies como perezosos y guatusas y esa es la idea, que nos sirva como un refugio temporal o permanente para las especie que rescatemos del área urbana y de cualquier peligro y que podamos reubicarla en esa reserva silvestre privada».

«Nos sirve que Matiz esté cerca (del núcleo poblacional de Siuna) porque podemos hacer intercambios de experiencias, podemos mostrarles a otras empresas o productores privados cómo se trabaja el tema de conservación. También es clave desde el punto de vista de investigación y educativo. Se pueden hacer capacitaciones en campo en cuanto a inventario forestal, avistamiento de aves y otros temas», detalló Norlan López.