Noticias
La reforestación y la biodiversidad ganan terreno con la restauración ecológica en MLR Forestal
Después de un año, los números hablan por sí mismos. En 13 meses se ha logrado la reforestación 121 hectáreas que son parte de las áreas de conservación en las fincas: Santa Fe, San Miguel y Las Delicias; con un total de 4,348 plantas nativas de 13 especies sembradas.
El 100% de las semillas de las que surgieron estas plantas se colectaron en las propiedades de la empresa y la germinación de las mismas se realizó en el vivero de MLR Forestal.
La restauración ecológica es un proyecto a diez años mediante el cual MLR Forestal llevará a cabo acciones estratégicas para acelerar el proceso de regeneración de sus áreas de conservación. El plan es reforestar a un ritmo de 55 hectáreas anuales.
En este plan están involucradas prácticamente todas las áreas de la empresa En los últimos doce meses han participado 278 trabajadores de campo en las labores de preparación del terreno, desmalezado, hoyado y siembra.
Esta mañana de finales de agosto, una cuadrilla de cinco hombres se prepara para reforestar en la finca Matiz. En dicha finca de 487 hectáreas de extensión, hay 146 hectáreas destinadas a la conservación, y dentro de estas existen 67 hectáreas declaradas Reserva Silvestre Privada en septiembre de 2022. En Matiz, la restauración ecológica tiene programada la reforestación de 40.75 hectáreas.
«La biodiversidad va en aumento, la restauración ecológica tiene un impacto positivo»
Róger Mendieta, responsable de Biodiversidad de MLR Forestal, es el encargado de la restauración ecológica. Antes de que la cuadrilla empiece sus tareas, brinda una breve charla informativa referente al programa y su importancia para la biodiversidad.
«El objetivo de este proyecto no es solo reforestar sino crear las condiciones para que la biodiversidad tenga un entorno que le brinde protección y alimentación. Es por esto que no solo buscamos sembrar plantas maderables, sino también frutales como jocote jobo, pera de agua, mango, aguacate de monte», detalla Mendieta. La idea es que en el futuro los árboles sirvan de hospederos, sombra y alimento para la fauna.
El experto señala que los resultados de un año de restauración ya son visibles. «Cuando se monitorean áreas protegidas, casi siempre se agregan nuevas especies a los listados de fauna. Principalmente aves, anfibios, reptiles y mamíferos son los grupos que han mostrado cambio. También estamos trabajando con hongos y con orquídeas porque la biodiversidad va en aumento, o sea que el proyecto tiene un impacto positivo», puntualiza.
El próximo paso: seguimiento de tres años a la reforestación
Lo que se hará después de plantar los árboles es dar mantenimiento por tres años consecutivos. Esto incluye, en palabras de Mendieta, limpiar los sitios donde se plantó, hacer cálculos de los índices de mortalidad y crear el plan de replante para que el proyecto se mantenga en un 100%. Tres meses después de plantar se inicia el proceso y cada tres meses se hará el monitoreo.
Con este seguimiento también se observará que la nueva comunidad ecológica surgida gracias a la reforestación ya esté brindando los servicios ambientales esperados como retención del suelo ante la erosión, aumento de la infiltración de agua en el subsuelo, permanencia del agua superficial y regulación de la temperatura.
Compartir