Nubia Saballos: la profesora que cocina alegría en MLR Forestal

Durante los desayunos y almuerzos en el comedor de MLR Forestal una voz resuena por encima de las demás. Es una voz que saluda con genuino entusiasmo y que genera conversación con cada persona que llega. Es la voz de Nubia de los Ángeles Saballos Montes, una de las colaboradoras de la cocina de la empresa.

Conversar con Nubia es sumergirse en bromas, anécdotas y risas. Como cuando recuerda que un profesor de la universidad le decía que ella podía hablar «hasta en las Naciones Unidas» o cuando dice que ella haría hablar «hasta a un mudo». Sin embargo, su historia la revela como una persona esforzada que llegó a MLR un poco «de carambola».

«Vine a Siuna buscando una mejor vida»

Esta mujer morena y delgada nació en Managua en 1972, quedó huérfana siendo muy joven y, al terminar de estudiar Matemáticas en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), partió a Siuna con una amiga «buscando una mejor vida». Eso sucedió hace treinta años. En ese entonces en Siuna donde solo había un instituto de secundaria, el Róger López Borges donde la profesora Nubia enseñó durante 18 años.

«Fui maestra de secundaria por veintinueve años con diez meses. Aparte de los 18 años en el Instituto, impartí Matemáticas diez años en la comunidad El Hormiguero y en los últimos tiempos di clases en el turno sabatino. Mi vocación siempre fue la docencia. Formar a los jóvenes y, en la medida de mis posibilidades, apoyarlos. Por mis manos pasaron muchas personas que ahora son doctores, ingenieros, arquitectos y la mayoría de ellos cuando me miran tienen la humildad y sencillez de saludarme», rememora.

El camino constante entre la enseñanza y el aprendizaje

No obstante, Nubia no se ha conformado con enseñar, sino que también se ha dedicado a aprender. Además de licenciada en Matemáticas, es administradora de empresas, pedagoga, Profesora de Educación Media (PEM) de Física y si no concluyó su maestría en Metodología fue solo porque la salud se lo impidió pues le detectaron cáncer cérvico uterino, la operaron y recibió quimioterapia. Todo el proceso conllevó más de año y medio de convalecencia.

«Recuerdo que cuando abrieron URACCAN (Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe Nicaragüense) no había muchos estudiantes y con un grupito nos dimos a la tarea de buscar para completar una sección de 35 y así fue como estudié Administración de Empresas, soy de los primeros egresados de la URACCAN y ahí mismo estudié la licenciatura en Pedagogía por encuentros».

«Este trabajo se lo ofrecieron a mi hija»

Acerca de su llegada a MLR Forestal, Nubia cuenta que el trabajo inicialmente se lo ofrecieron a su hija, pero que ella no pudo aceptar pues tiene tres niños pequeños. «Entonces pregunté si podía tomarlo yo, vine a la entrevista y quedé. Ahorita tengo cuatro meses y me ha ido bien a pesar de que soy cocinera empírica de mi casa y de los colegios donde para todos los cumpleaños a mí me tocaba organizar lo de la comida», cuenta sonriente.

Nubia, quien tiene tres hijos y tres nietos, se describe como «sociable y colaboradora». Sobre su relación con sus compañeras de trabajo, que son mucho más calladas que ella, dice entre carcajadas que es buena y que se divierten porque ella es «una cacatúa y una tumba… abierta». Por las mañanas y a mediodía esto queda de manifiesto pues todo el personal saluda de buen ánimo a doña Nubia que a cada quien le hace un chiste o le pregunta alguna cosa, como si en el fuego, aparte de preparar los alimentos, también cocinara alegría.